La Republica
bohemio y confidente, calido y apasible, me envuelves con tus olores de bagoneta hippie; me encanta recibir la agradable sombra de tus eternos habitantes, no se, no me explico, que tienen tus posaderas que cada vez que las veo, me deshiniben, hacen de mí aquel ser que despojado de su voluntad se atiene a ser dominado; pero veo ahora que no soy el unico al que seduces, pues no eres sino nuestra ramera, una victima del abuso humano, te usamos, nos aprovechamos de tí y tu sigues ahí inmutable, esperandome para acogerme con tu sombra, con tus olores y tus extraños habitantes.
algo debes tener para seducirnos a tantos, pues ni tus vecinos frios y descompuestos son excusa para aislarnos, al contrario pareciese que ese frio necesitase del calor de nosotros tus amantes, del olor espeso que te envuelve; a veces rio y pienso que tu nos enamoras y nos acoges en tu seno, solo para acercarnos e identificarnos cada vez mas con tus vecinos de cardumena piel.